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En los últimos años, la conectividad a bordo de los aviones ha dejado de ser un chiste para convertirse en una verdadera necesidad. Con la llegada de 2025, estamos viendo un cambio significativo en la industria aérea: ¡el Wi-Fi rápido y gratuito ha llegado para quedarse en la mayoría de las aerolíneas más importantes del mundo! ¿Te imaginas poder navegar a toda velocidad mientras vuelas? Esto ha sido posible gracias a los avances en tecnología satelital, especialmente con la red Starlink de SpaceX, que permite conexiones que superan los 200 megabits por segundo, el doble de la velocidad de muchos planes de internet en casa.
La transformación de la experiencia de vuelo
Grant Milstead, vicepresidente de tecnología digital de United Airlines, lo dice claro: “Estamos creando un pequeño salón en el cielo”. Esta nueva conectividad está revolucionando el viaje de negocios, permitiendo a los pasajeros utilizar herramientas como Slack y Zoom desde altitudes de 10,668 metros. La posibilidad de descargar presentaciones largas, editar documentos en tiempo real y participar en conferencias en vivo se ha vuelto tan sencillo como hacerlo desde la comodidad de tu hogar. Aunque las llamadas de voz y video son técnicamente posibles, las regulaciones de la FAA y las recomendaciones de etiqueta de las aerolíneas han desalentado su uso. ¿Te gustaría hacer una videollamada mientras vuelas?
La industria ha esperado este cambio durante mucho tiempo. Hasta ahora, las aerolíneas dependían de torres de telefonía móvil en tierra, que ofrecían una cobertura limitada. Esto era especialmente problemático para compañías como Air New Zealand y Hawaiian Airlines, que cubren vastas áreas rurales y océanos. El servicio de Aircell, que más tarde se conoció como Gogo Inflight, había sido considerado el estándar de la industria, aunque a un costo elevado y con una cobertura irregular. Pero, ¡las cosas están cambiando!
La competencia entre proveedores de Wi-Fi
En 2013, JetBlue se asoció con Viasat para liderar el uso de satélites en el Wi-Fi en vuelo. Aunque esta tecnología era más rápida y confiable que Gogo, la implementación fue lenta y costosa. Las aerolíneas más grandes, como Delta y Cathay Pacific, finalmente se unieron a esta tendencia, pero la llegada de Starlink ha cambiado por completo el panorama. Aerolíneas como Qatar Airways, Scandinavian Airlines, y Virgin Atlantic están en conversaciones para probar la tecnología de Starlink. ¡El futuro se ve prometedor!
Air New Zealand, que actualmente utiliza Viasat para sus vuelos transoceánicos, planea implementar el servicio de Starlink en su flota nacional más adelante este año. Según Nikhil Ravishankar, director digital de la aerolínea, esto será un “cambio radical” para los viajeros de negocios que a menudo optan por conducir entre destinos como Auckland y Wellington. ¿Quién no querría aprovechar un vuelo para trabajar?
El futuro del Wi-Fi en vuelos
Con la cantidad adecuada de satélites en el cielo, el Internet satelital está en camino de convertirse en la norma. Sin embargo, ofrecer Wi-Fi gratuito no es sencillo y requiere una inversión considerable. Joseph Eddy, director de entretenimiento y conectividad a bordo de Delta, explica que “cuando intentas conectarte con un satélite que está a 35,400 kilómetros de distancia, y el avión vuela a 800 kilómetros por hora, la precisión debe ser extremadamente fina”. Delta ha invertido más de mil millones de dólares en su asociación con Viasat para llevar Wi-Fi gratuito a sus pasajeros, aunque es necesario registrarse en su programa de viajero frecuente para acceder al servicio.
A medida que Starlink se posiciona para superar a sus competidores, la industria aérea se apresura a actualizar sus flotas y equipar nuevos aviones en los próximos meses. United Airlines planea equipar más de 300 aeronaves con tecnología Starlink para finales de este año. Incluso American Airlines, que ha sido lenta en adoptar mejoras tecnológicas, ha anunciado una transición a Wi-Fi satelital en ciertos aviones a partir de enero de 2026.
Se espera que el mercado de Wi-Fi en vuelos alcance los 10 mil millones de dólares en la próxima década. Sin embargo, aunque la demanda de Wi-Fi rápido y gratuito sigue creciendo, muchos viajeros de negocios aún prefieren desconectarse mientras vuelan. Eddy observa: “Muchos viajeros de negocios dicen que no quieren estar conectados. Cuando están en el aire, quieren relajarse y desconectarse”. ¿Tú qué prefieres, estar conectado o disfrutar del vuelo?
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