En los Estados Unidos y en todo el mundo, las comunidades marginadas suelen ser las primeras en sufrir las consecuencias tanto del cambio climático como de la contaminación del aire. Las estrategias corporativas de descarbonización deben abordar este hecho haciendo de la equidad una parte central de su trabajo hacia las soluciones climáticas.
Muchos datos confirman el hecho de que la contaminación del aire y la mala calidad del aire (de las centrales eléctricas y otras fuentes) son desproporcionada por personas y comunidades de color; en particular los afroamericanos. Esta enorme injusticia ambiental ha sido recientemente amplificada y destacada por la crisis de la Covid-19; los afroamericanos y otras personas de color se están enfermando y muriendo a causa del coronavirus en tasa mucho más altas que los estadounidenses blancos. La contaminación del aire y las enfermedades respiratorias provocadas por la contaminación son una parte clave de la causa de esta y muchas otras disparidades de salud.
La limpieza de carbono: ¿Cómo puede combatir la injusticia climática?
Tanto las empresas estadounidenses como las globales han adoptado una amplia variedad de enfoques para responder al cambio climático; mejorar la eficiencia energética, comprar energía limpia, adoptar impuestos nacionales sobre el carbono; pagar compensaciones de carbono en los países en desarrollo, invertir en la captura y almacenamiento de carbono.
Sin embargo, varias estrategias populares de descarbonización son más adecuadas para pulir la reputación corporativa que para salvar un planeta en llamas. Los enfoques comunes para reducir la huella de carbono de las empresas, en particular los esquemas de compensación de carbono; han sido cuestionados sobre sus impactos ambientales, climáticos y comunitarios.
Las compensaciones de carbono generadas a través de la forestación o la deforestación tropical evitada, por ejemplo, a menudo hacen más por la imagen de una empresa que por la mitigación del clima.
Algunos han demostrado ser realmente perjudiciales para el medio ambiente, la vida y los medios de vida de las comunidades de acogidas. De manera similar, los créditos de energía renovable(REC) desagregados pueden conferir credenciales verdes corporativas sin reducir realmente las emisiones de GEI o construir nuevos proyectos.
Esto se debe a que la demanda del mercado de CER desagregados, es decir; la demanda de atributos ambientales de electricidad generada de manera renovable que están separados de la propia electricidad, tiende a satisfacerse fácilmente con la capacidad eólica, solar e hidroeléctrica existente.
La buena noticia es que nuevos enfoques de compensación, como los que están desarrollando las nuevas empresas climáticas de la costa oeste Nori y Pachama; tienen el potencial de rectificar algunas fallas ambientales, sociales y de contabilidad de carbono comunes en la compensación de carbono convencional.
Sin embargo, uno de los enfoques conceptuales más innovadores para la limpieza de carbono, un enfoque con la justicia ambiental y climática en el centro mismo de su concepto; proviene del centro del país, no de Silicon Valley.
La startup Clearloop, con sede en Nashville; genera compensaciones de carbono mediante el uso de inversiones corporativas en descarbonización para construir una nueva infraestructura de energía limpia en las partes más sucias de la red de EE. UU.
Clearloop tiene su sede en el corazón del sureste de los Estados Unidos; una región de gran consumo de combustibles fósiles que se ubica como el sexto mayor emisor de carbono del mundo y carece de los mandatos adecuados de energía renovable.
El enfoque de la empresa hacia la innovación climática y renovables difiere de las estrategias heredadas porque está anclado en el concepto de emisión.
Proyectada por la organización sin fines de lucro WattTime; la emisión cuantifica la cantidad precisa de emisiones de gases evitadas mediante la adición de una unidad de capacidad de generación de energía limpia.
Por lo tanto, un enfoque de emisión de emisiones para la compensación de carbono es una mejora importante en la «adicionalidad»; brinda a las empresas la capacidad de impulsar la adición de capacidad renovable en las partes más sucias de la red eléctrica de los Estados Unidos; y la capacidad de limpiar aquellas partes partes de la red estadounidense que depende más del carbón y de la electricidad generada por combustibles fósiles.
Y aquí es donde surgen los beneficios de la justicia ambiental y energética de este nuevo enfoque para la compensación de carbono. Invertir en adiciones de capacidad renovable que eviten cantidades significativas de emisiones de GEI también significa evitar las emisiones de mercurio; partículas y NOx que se asocian comúnmente con la generación de electricidad con combustibles fósiles.
Un enfoque de emisión de emisiones para la compensación de carbono significa evitar tanto los gases de efecto invernadero como otras emisiones peligrosas; de las plantas de energía que dañan de manera desproporcionada a las comunidades de color e impulsan la injusticia ambiental en los Estados Unidos.
En cuanto a la justicia energética, impulsar las adiciones de capacidad renovable a las regiones sucias de la red de EE.UU. También promete aumentar el acceso a energía más limpia y asequible para las poblaciones y comunidades que han tenido pocas vías para tal acceso hasta la fecha.
Desde una perspectiva social amplia; un ajuste a la compensación de carbono por lo tanto es capaz de mitigar las injusticias ambientales de la contaminación del aire mientras impulsa una mitigación significativa del cambio climático y mejora el acceso corporativo y comunitario a energía limpia y asequible.
Desde la perspectiva de la responsabilidad y la acción climáticas corporativas; un enfoque de emisiones para la gestión del carbono brinda a las empresas de todos los tipos y tamaños la capacidad de reducir su huella de carbono al invertir en el desarrollo y la interconexión de nueva capacidad solar en las regiones de redes sucias de los EE.UU; regiones como Medio Oeste y Sureste.
Embarcarse en un camino de reducción de las emisiones de carbono da a las empresas la capacidad de inscribirse en el cambio a la sostenibilidad de la red en regiones de los Estados Unidos; donde las inversiones en capacidad renovable y el acceso corporativo a las energías renovables; han sido previamente bloqueadas por una combinación de dominio monopólico de servicios públicos y la ausencia de estándares estatales de electricidad renovable.
Para muchas empresas que han hecho compromisos climáicos y también han expresado su solidaridad con Black Lives Matter; la compensación de carbono mediante el financiamiento de la adición de capacidad solar en regiones de redes sucias ofrece una forma directa y específica de cumplir con los compromisos de justicia racial hechos en la primavera de 2020.
Adoptar este enfoque para la compensación de carbono; puede proteger las vidas de los negros al invertir para limpiar parte de la contaminación del aire que tan a menudo las acorta .
En términos más generales, un enfoque de compensación de carbono; que también compensa otros tipos de contaminación de carbono que también compensa otros tipos de contaminación del aire dañina; es un paso importante para abordar las injusticias ambientales; profundamente arraigadas de la mala calidad del aire y las altas exposiciones a la contaminación que experimentan de manera desproporcionada las personas de color y otras comunidades de color de los Estados Unidos.
La justicia climática es justicia social. Invertir en la expansión de la distribución equitativa y el acceso a la innovación en energías limpias ofrece a las empresas la oportunidad de hacer una contribución tangible a ambos.
La emisión ofrece un camino hacia una planeta más limpia y justa. Sin embargo; las empresas, y las personas que las dirigen, necesitan actuar para capitalizar este potencial.
